jueves, 21 de abril de 2016

Primer ejemplo: El paso de un grupo de aves sobre las carabelas de Colón marca la Geografía Política de América.

      Nadie ignora la importancia que tuvo para el mundo Occidental, el descubrimiento de un Nuevo Continente por Cristóbal Colón, en el año 1492, bajo el patrocinio de España gobernada por los Reyes Católicos; que prestaran su apoyo moral y económico a tal empresa, reservando la soberanía de España sobre las nuevas tierras descubiertas.
      Se halla fuera de toda discusión, asimismo, la extraordinaria importancia histórica que revistió tal descubrimiento, en cuanto permitió incorporar a la civilización Occidental un nuevo Continente; como así también, el rol importante que tuvo España en ese proceso colonizador, en su carácter de "descubridora" de las nuevas tierras. Lo que le permitiría adelantarse a los demás países en el proceso de colonización: adquiriendo así una lógica preferencia jurídica y fáctica, para la elección de las tierras a ocupar, sobre las que se iba a asentar el inevitable proceso de colonización. Esta prioridad de hecho y de Derecho le acordaría a la vez la facultad de elección de las tierras a ocupar en el Nuevo Continente; aunque no pudiera evitar, por supuesto, la instalación de asentamientos en otros lugares por diversos países , al aposentarse sobre regiones no holladas todavía por el desembarco de naves hispánicas.

      No se ha destacado lo suficiente, sin embargo, la importancia que tuvo sobre dichos asentamientos de colonias esa prelación de hecho que tuviera Espala, por su carácter de Nación descubridora del nuevo Continente; con su inevitable transformación en Colonias; destinadas a su vez, a convertirse -siglos después-, en naciones independientes, a raíz de los inevitables movimientos emancipadores que se iban a generar durante el siglo XIX, en todo el Mundo.

      Pues bien: ese asentamiento inicial, base de las posteriores evoluciones, se hubiera efectuado de manera muy diferente, si no fuera por un incidente -banal e intrascendente, en apariencia- como lo es el paso de unas aves sobre las carabelas de Colón, el día domingo 7 de octubre de 1492; es decir, cinco días antes del desembarco inicial por Colón, en una de las islas Bahamas.
      Según consta en el Libro de la Navegación, llevado por Cristóbal Colón, de su puño y letra, el día mencionado, en horas de la tarde , las tres carabelas que integraban la expedición cambiaron, por su orden, el rumbo este que llevaban, por el de Sud Este, siguiendo la dirección del vuelo de unas aves; que permitiría presagiar la vecindad de la tierra firme continental, ansiosamente buscada; con la que inevitablemente, su hubiera topado si la expedición hubiera mantenido la dirección original.
      Así lo prueba parte de lo anotado, de su puño y letra, por el Almirante del Mar Oceánico, en el Diario de Navegación, correspondiente al día 7 de octubre mencionado, que dice así: "Como en la tarde no viesen tierra la que pensaban los de la carabela La Niña que habían visto, y porque pasaban una gran cantidad de aves de la parte del Norte al Sudueste, por lo cual era de creer que ese iban a dormir a tierra o huían quizás del invierno, que en la tierra de done venían debía de querer venir, por que sabía el Almirante que las más de las islas que tienen los portugueses, por las aves las descubrieron. Fue así que el Almirante acordó dejar el camino de Oueste y poner la proa hacia Ouesudueste con determinación de andar dos días por aquélla vía...
      Queda claro, entonces que, de no haber sido alterado el itinerario original por el paso de las aves, las carabelas hispanas hubieran llegado -directamente- a la tierra continental de América del Norte, según el rumbo anteriormente fijado; en lugar de tocar en una de las islas Bahamas (no bien identificada), que se interponen en ese lugar entre el Océano y la Tierra Firme, como una cortina que oculta el Continente.

      Los hechos expuestos, cuya veracidad se encuentra fuera de toda duda, permiten llegar a la inevitable conclusión que:
      a) si no hubiera ocurrido el paso de la bandada de aves rumto al Sud Oeste y las embarcaciones hubieran seguido la dirección marcada originariamente; las naves hispanas hubieran tropezado -inevitablemente- con la tierra firme continental de América del Norte;
      b) que Colón, entonces, hubiera tomado posesión, en nombre de la Corona española de la Tierra continental según las instrucciones recibidas, y allí hubiera asentado la primera base para la subsiguiente colonización; es decir, en lo que es hoy territorio de Estados Unidos; anticipándose así, a cualquier intento de ocupación por otra potencia.
      Sintetizando: si Colón no hubiese cambiado el rumbo que tenía fijado originariamente, para seguir el curso de las aves que pasaron sobre las carabelas, el mapa político de América no hubiera sido el actual; y ello habrá influido a su vez, por lógica repercusión, sobre la Historia de Europa -estrechamente vinculada desde entonces a la de América, a través e sus Colonias-; que pasarían, más tarde, a ser naciones independientes después de haber dependido de otras Naciones europeas, distintas de las que ocuparon en la realidad.
      En lo que América del Sud respecta -y especialmente a la Argentina y demás países vecinos-, habría que concluir que, si esa eventualidad no hubiera ocurrido, el Virreinato de la Plata, no hubiera existido, muy probablemente; ni tampoco, en consecuencia, sus Colonias, que dieron origen a los actuales países separados e independientes que hoy integran la América del Sud; que -muy probablemente- hubieran nacido como colonias inglesas o portuguesas.
      De cualquier manera, no puede dudarse -dejando a un lado estas especulaciones- que sin el paso de esa bandada de aves sobre las carabelas de Colón, la Historia del Mundo América hubiera sido muy diferente; trastocando también la de Europa; o sea, la del Mundo Occidental por entero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.